Modelo de gestión comunal
La gestión municipal desafiada
La gestión debe ser eficiente, abierta, transparente y participativa como un estándar mínimo de cara a una ciudadanía empoderada que evalúa a sus instituciones y autoridades.
Al analizar diferentes experiencias de gestión municipal, se puede observar que actualmente se están abordando, incluso de manera experimental, problemáticas y fenómenos emergentes, algunos de los cuales superan el propio ámbito de competencia de los municipios y que conforman los retos más apremiantes para la política y la democracia contemporánea.
La actual coyuntura sitúa a los municipios en medio de un debate sobre competencias, capacidades y recursos legales que interpela a la capacidad institucional para enfrentarlos adecuadamente, tanto a nivel nacional como local, y lograr encauzar de mejor manera las medidas.
Se ha instalado como una exigencia transversal y como muestra de una gestión eficiente y honesta, capaz de integrar a las y los vecinos en medio de un contexto de desafección hacia las instituciones, agudizada por bullados casos de corrupción que afectan a alcaldes y municipios.
La planificación y el buen uso de los espacios, así como su impacto en la convivencia en el acceso a servicios y a una mejor infraestructura, incide directamente en el bienestar de las y los vecinos, en una materia que vincula diferentes instancias sectoriales y a los gobiernos locales.
Las personas requieren de más iniciativas de cuidados, así como para las personas que cuidan. Estas son parte de las demandas de muchas familias por un mayor bienestar en áreas de la salud, en los consultorios y en la salud mental.
Los municipios han sido, precisamente, los que han debido desarrollar estrategias específicas en medio de debates sobre la pertinencia de la institucionalidad, enfoques contrapuestos sobre la eficacia de medidas adoptadas y prejuicios e intolerancias nunca antes vistas en nuestra convivencia democrática.
El desarrollo y reconocimiento de expresiones artísticas, de cultura local y de acciones creativas, así como de la práctica deportiva, están siendo exigidas por las y los vecinos mediante organizaciones e instituciones locales que no logran percibir el debido apoyo en cuanto a instalaciones y reconocimiento.
En el Chile actual, muchos de estos temas se abordan con evidencia poco sistematizada y/o ejercicios comparativos que permitan avanzar hacia una correcta toma de decisiones. Dada la poca información existente, se dificulta el intercambio de buenas prácticas o resultados de la gestión local, que permitan encontrar caminos de solución.
¿Se puede hablar de un modelo de gestión?
A partir de la observación de experiencias concretas en territorios concretos, se pudieron distinguir algunos principios que orientan la gestión exitosa de municipios liderados por la centro-izquierda y el progresismo. En esa línea, se realizaron entrevistas en profundidad a alcaldes y alcaldesas con experiencia de gestión exitosa. En paralelo, también se analizaron algunas referencias internacionales a modelos de gestión pensados desde los principios de la democracia abierta y la innovación ciudadana.
Una de las primeras conclusiones fue: aludir a un modelo único de gestión municipal no es fácil, dada la diversidad de realidades y estructuras municipales que tiene nuestro país.
Sin embargo, es posible apostar por una serie de criterios que producto del reconocimiento de las buenas prácticas existentes, la intersectorialidad de las decisiones, así como de los aprendizajes de gestión y la capacidad de las y los funcionarios, si es posible articularlos en torno e identificarlos como aspectos claves de un modelo de intervención, acorde a los retos emergentes que presionan a los gobiernos locales.
Esto demanda de liderazgos, de la promoción de capital humano y técnico idóneo, así como de criterios para que una propuesta de centro- izquierda y progresista logre afianzarse.
En el proceso de los Laboratorios, se detectó que para avanzar en la idea de modelo, es necesario contar con criterios que identifiquen la propuesta de centro-izquierda y progresista, y que no sean sólo copias o réplicas de buenas iniciativas. Puesto que exige tener en cuenta criterios territoriales y sociales diferenciados.
Estos criterios tienen como finalidad establecer líneas bases de objetivos por alcanzar, que pongan el foco en los resultados de gestión, en marcos de sostenibilidad financiera y de iniciativas inclusivas, participativas e innovadoras, en torno a positivas prácticas que no dependan sólo de la voluntad de las y los alcaldes de turno.